Me ilumino al ver cosas en la basura.
La idea viene con el
pensamiento de la palabra CÍRCULO.
De aquí el inicio de empezar
a sentír esa grandeza,
ese momento de ilusión donde
reside dentro lo que te gusta,
imaginar creando.
Agrupé cosas que guardo
tras encontrarlo en contenedores,
es increíble algunos de
los tesoros que encuentras, por lo menos para mí.
“Aquella tarde, no
recuerdo cuanto tiempo ha pasado,
encontré dos maletas de
viaje antiguas, preciosas,
además de los trozos de vida de un relojero,
piezas de despertadores
con un mecanismo que susurraban esfuerzo y precisión,
muchas pequeñas cosas que
más tarde iría descubriendo.
También había una extraña
estructura de mesa, supongo donde metería sus horas con el montaje de relojes. Todo esto lo limpié, organicé
por piecerío, otras cosas decidí tirarlas tras observarlas, pinté la mesa con
ruedas, y el resto lo guardé.
El 7 de Noviembre, nos
informaban del
A la vez que la idea la
tenía clara y con el material organizado,
totalmente reciclado, de la basura, empecé a documentarme de los significados del
Círculo, desde su definición en un diccionario, hasta lo más simbólico.
Su título, “ La Rueda de la Vida”, viene del Budismo,
en la obra está expresado con la fusión del significado también Nativo.
Prosigo con un resumen de la historia de ambos.
EL CÍRCULO DEL BUDISMO
La Rueda de la Vida hace girar a la naturaleza entera, con sus
ciclos, sus ritmos y su movimiento eterno. Es, por tanto, la totalidad, la integridad
y la realización.
Cuando el Buda estaba sentado bajo el árbol bodhi vio dos
cosas.
Primero vio una gran rueda que abarcaba la existencia
condicionada en su totalidad y contenía a todos los seres. Vio que ésta se
encuentra girando constantemente, día y noche, vida tras vida, época tras
época. En el eje de esta rueda observó tres criaturas, los símbolos de los
"3 venenos", enlazados en un ciclo sin fin: un gallo rojo que picotea
golosamente la tierra, una serpiente verde con los ojos rojos brillando de ira
y un cerdo negro que se revuelca en el lodo de manera inconsciente. Las tres
criaturas forman un círculo y cada una está mordiéndole la cola a la figura que
tiene enfrente, es la fuente de nuestros males que nos corroen por dentro.
El gallo,
del que nace la serpiente, representa la codicia,
la avaricia, la vanidad o la lujuria junto con la sensación posterior de culpa,
miedo o pánico cuando surge una contrariedad o se produce una pérdida.
La
serpiente representa la natural tendencia a la agresión, nuestro instinto íntimo de egoísmo.
Cuando no conseguimos lo que deseamos o vemos amenazado algún bien que nos pertenece,
por naturaleza reaccionamos agresivamente. Estas situaciones en principio desfavorables nos
brindan una excelente oportunidad para ejercitarnos en el autocontrol y en la práctica de la compasión.
Cuando no conseguimos lo que deseamos o vemos amenazado algún bien que nos pertenece,
por naturaleza reaccionamos agresivamente. Estas situaciones en principio desfavorables nos
brindan una excelente oportunidad para ejercitarnos en el autocontrol y en la práctica de la compasión.
De la
boca de la serpiente surge el cerdo, la ignorancia,
con unas orejas tan grandes que le ciegan los ojos, y así apenas puede conocer
que ocurre a su alrededor.
Nuestros
esfuerzos por satisfacer frustrados deseos, están simbolizados por el gallo, y
lo hacen por medio de la agresión (serpiente), haciéndonos insensibles e ignorantes (cerdo). Esta ignorancia nos empuja hacia
el egoísmo y así renace de nuevo el
gallo, condenándonos al ciclo imparable
de la rueda del Sámsara.
De la
misma manera, nuestra perspectiva de la vida puede estar tan estrechamente
influida por los factores culturales y
sociales de nuestro entorno que perdemos de vista nuestra condición esencial de ser, impidiéndonos cualquier acercamiento a la
toma de conciencia.
El cielo
y el infierno es una metáfora.Ya que no existe realmente son estados o niveles
de consciencia donde te encuentras según tu karma y tu modo de pensar.Solo existe la energía que es neutral y cada cual la convierte en positiva o negativa.
Nuestra
vida en este planeta es simplemente para mejorar
nuestra condición personal y desligarnos del ciclo continuo de los
renacimientos que nos impone el karma. La Rueda de la Vida o rueda del devenir,
está compuesta de 4 círculos concéntricos y muestra las causas reales del sufrimiento, no de una forma
pesimista, sino ofreciendo la
posibilidad de redención a nuestra efímera existencia.
Nuestras
vidas se hallan dominadas esencialmente por dos
fuerzas contradictorias: el impulso
interior que nos mueve a adquirir nuevos niveles de conciencia y el peso mortal de nuestra ignorancia que
nos empuja hacia horizontes mucho más limitados.
EL CÍRCULO DE LOS NATIVOS
Este círculo o Rueda de la Medicina como es llamado, es el
Universo Total y puede ser entendido como el
espejo en el que la consciencia del hombre se refleja
"El Universo es el Espejo de la Gente"... "y
cada persona es un Espejo para toda persona".
Cada idea, persona y
cosa puede ser vista como un espejo que da al hombre la oportunidad de
descubrirse a sí mismo -si éste desea ver su propio reflejo.
El misticismo de los nativos americanos enseñaba que cada cosa dentro de la Rueda del Universo,
excepto el hombre, sabe acerca de su armonía con todas las otras cosas.
Sólo el hombre nace con una perspectiva fragmentada del
mundo. Para lograr la armonía debe procurar
entender su propio reflejo en los Cuatro Grandes Poderes de la Rueda de la
Medicina.
Se les enseñaba que al nacer, cada persona está dotada con
por lo menos uno de los Cuatro Grandes Poderes: sabiduría, inocencia, iluminación
o introspección. El propósito de la existencia
espiritual del hombre es obtener los Dones restantes y llegar a ser una persona completa. Simbolizaron cada don mediante
una dirección cardinal, el reflejo de un animal y un color.
Alce Negro, un Hombre Sagrado de los Siux de Oglala explica:
"El Cielo es redondo y he oído que la Tierra es
redonda, como una pelota al igual que todas las estrellas. El viento, en su
mayor magnitud da vueltas. Las aves hacen sus nidos en forma de círculos, para
ellas es la misma religión que la nuestra. El Sol aparece y desaparece también
en círculo, la Luna hace lo mismo y ambos son redondos. Incluso las estaciones
forman un gran círculo conforme cambian y siempre regresan nuevamente al sitio
en el que estaban. La vida del hombre es un círculo desde su infancia a otra y
así es, en todas partes donde se mueve la energía. Nuestros tipis eran redondos
y éstos, siempre se colocaban en círculo, el aro de la nación, un nido de
muchos nidos, donde el Gran Espíritu se propusiera formar a nuestros niños.
El círculo aparece en innumerables representaciones
artísticas, religiosas y relativas a tradiciones. Aparte el Ojo, en Hudismo, tres ojos, uno en mitad de la frente de conocimiento
ilimitado, en Budismo Ojo del Mundo,
ser que mira hacia el frente con un ojo de oro, en Egipcio Ojo de Horas, izquierdo la Luna, derecho el Sol y para nuestro siglo sería una especie de
mapa de corteza cerebral, con el tálamo y las glándulas pineal y pituitaria
representadas por las aristas, cejas y pestañas, en medio oriente es la mano y en cristianismo es el ojo de la providencia.
Exísten tantos
significados, tanto circular…
Empecé a pensar en las cosas redondas más cotidianas, el
ojo, el ombligo, las monedas, los anillos, coronas, pulseras, vasos, platos, discos,
tarros, perolas, el embarazo de una mujer, los planetas, incluso las células,
los átomos, electrones, el camino de las
agujas de un reloj.
Ha sido una experiencia rica, trabajar con estas piezas de
una vida real, no ha sido fácil manejarlas, acabé con los dedos destrozados, y
surgieron contratiempos de última hora, al ser todo el material reciclado, la
barquilla de frutas era débil para el peso de la rueda de la bicicleta, el
metal no era fácil de pegar, y entendí que me estaba sucediendo lo que deseaba
expresar, ese tiempo que a veces va contigo y otras en contra, ese rodar de
nuestras vivencias, ese espejo de reflejos de todo lo existencial en nuestro
universo, ese miedo a veces, de mirarse a uno mismo, de reconocer y de lo
hermosos que es crecer intentando recorrer el buen camino.
Un Círculo se cierra
sobre sí mismo
y por ello representa
la unidad,
lo absoluto, la
perfección.
Gracias por estar.
Es extraño mirarse en un espejo...